Hay momentos de armonía.
Hay veces en que siento la paz llenando mi alma,
esa dulce sensación placentera de tranquilidad absoluta.
Cuando consigo pararme y escuchar a la vida a mi alrededor
y me siento en sintonía con ella,
vibrando con los elementos
que almagamados forman mi alma.
A veces escucho el viento,
huelo la lluvia,
siento la tierra.
A veces tengo conciencia de lo soy,
parte de un todo.
El canto hipnótico de la creación
recorre mi cuerpo
y desde los pies
se hunde en la tierra negra
y desde mi cabeza
se eleva hacia a las estrellas.
Entonces Dios habita en mi
y yo soy El.
Alinna