domingo, 25 de febrero de 2018

NIÑA DE OJOS GRANDES






Alinna fué una niña feliz.
Ella aún vive en mi.
Se asoma con sus ojos grandes a mirar lo que me pasa,
a ver que me depara la vida.

Se asombra de la maravilla que encierra una tela de araña,
de la belleza de una pequeña flor de la llamada mala hierba,
de la crueldad de algunos.

Aún teme a la oscuridad,
no a la de la noche
sino a la embarga el alma de la gente triste que sigue llorando
sin alzar la mirada al cielo.

Alinna se quedó conmigo
y juega a la comba mientras me duelen las rodillas
y canta mientras me atareo en las cuestiones cotidianas
y se ríe con esa risa franca que solo tienen los niños.

Cuando me miro al espejo
y veo las canas de plata que me regala el tiempo,
sonrío,
y en el espejo
la pequeña Alinna
me devuelve un guiño.

Alinna H.

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