martes, 3 de enero de 2023

El año de la luz

 


Ayer fue un día bonito. Un conversación entrañable con una buena amiga recordando al bigotitos que se nos fue en nochevieja y una tarde relajada en el cien con mis hijas viendo Avatar hicieron que la jornada fuese especial. Por la mañana limpieza general de casa. El nuevo año me ha pillado sacando suciedad y porquerías y debe continuar así en muchos planos. Me he propuesto sacar las notas discordantes y continuar mi camino hacia la armonía ¿podía ser ese mi sueño para 2023? o mejor mi lema... quiero limpiar las ventanas de mi alma para que entre luz y salga la mía propia, EL AÑO DE LA LUZ, suena bien y motivador. Desde hace tiempo que persigo esta meta sin darme demasiada cuenta, quizás el hacerlo consciente me ayude a planificar las etapas. 

Los Reyes Magos llevan a lomos de uno de sus dromedarios una agenda preciosa para mí. Programaré el camino paso a paso. La luz será tanto mi fin como mi guía, mi regalo y mi legado.

Por cierto la peli me encantó, un precioso planeta del que ya conocíamos los bosques y ahora nos muestra su mar y las criaturas que en él habitan. Me ha dejado con ganas de más.

Alinna H.

domingo, 1 de enero de 2023

Bienvenido 2023, que se cumplan mis sueños


Empieza un año nuevo, uno enterito, sin estrenar, nuevecito, o no tanto. Por él arrastro sombras que enturbian mi mente y mi alma y que me dificultan la visión del camino, camino que no sé bien donde me lleva pero que me emociona andar cada día, recorrer sus curvas, subir y bajar desniveles y sortear impedimentos. Lo que no tengo claro pues hace tiempo que me agobia la idea, es el no tener sueños. Llevo mi vida adelante o ella me lleva, bueno , lo llevamos juntas, pero creo que debo crear nuevos sueños porque renuncié a los antiguos. No es drama, "la vida es lo que te pasa mientras tienes otros planes" y algunos de mis viejos sueños no llegaron a cumplirse, ni nunca lo harán, no veré el concierto de Año Nuevo en Viena, seguiré viéndolo en la tele cada año, no pasa nada, en casa se ve muy bien. No tendré un buen bolso caro, no pasa nada, ahora me los hago yo artesanalmente. No iré a cenas elegantes ni tendré una vida social interesante pero tengo algunos muy buenos amigos y familia... Bien, cosas que no pasarán y que he aceptado pero ahora... ¿qué pongo en su lugar? he buscado en mi interior, me gustaria aprender algo nuevo, escribir, viajar disfrutar del sol, , QUIZAS CAMBIAR SUEÑOS POR PROPÓSITOS O METAS, ES MEJOR, MÁS REALISTA  Y MÁS PROACTIVO. Voy a crear mi mapa de sueños y... os iré contando.

Alinna H.

martes, 22 de noviembre de 2022

Algunas reflexiones y la historia de Pepito

 


Cuanto tiempo dormido en las redes... ¡es hora de despertar, mi pequeño vlog!, ahora que la gente apenas lee, ahora que el tiempo apremia , ahora!, ahora es el momento de regresar al teclado y desenredar mis pensamientos de nuevo, de volcar mis brumas y mis luces, de vomitar mis angustias y de celebrar la vida en unas líneas. 

Quizás mis reflexiones te hagan esbozar una sonrisa un día, o quizás otro hagan volar tu imaginación a mundos que solo tú, mi querido lector, compartes conmigo. Escribir siempre ha sido una necesidad y como en este momento me apremia os voy a contar la historia de Pepito.

Pepito era un caracol, si, una serrana gorda y boquinegra que un día mis hijas recogieron de la calle. Seguramente salió de un jardín y andaba perdido por las aceras y claro fue adoptado y se vino a casa. 

Se le preparó una caja de cartón y se le ponía lechuga fresca cada día. A veces era despertado con una fresca lluvia artificial a la que Pepito reaccionaba sacando sus largos cuernitos y dándose un paseo por encima de la mesa en la que dejaba su rastro de plata, que luego yo cuidaba de limpiar. Cuando terminaba el rato de ocio Pepito era devuelto a su caja y esta se cerraba con la tapa a la que le habíamos hecho agujeros con un lápiz afilado. 

Pero mi pequeña sufría porque Pepito se pasaba mucho tiempo encerrado y un día dejó la caja abierta y nunca más se supo de Pepito. Lo buscamos por toda la casa pero nada, no apareció. Les expliqué que debió de volver a su jardín o al campo y que seguro que era feliz comiendo margaritas y así,  poco a poco, se fueron olvidando de Pepito... 

Pasaron años, muchos años, casi 20, hasta que el martes pasado oímos al gato hacer ruido, algo tenia entre sus patas... ¡Es Pepito! gritaron mis hijas entre risas. Yo también reía recordando su infancia. Ahora son mayores y saben perfectamente que este caracol no era Pepito pero no dijeron nada, lo cogieron con cuidado y lo llevaron al jardín de la esquina. Allí será feliz mientras come margaritas.

Alinna H.

domingo, 25 de febrero de 2018

NIÑA DE OJOS GRANDES






Alinna fué una niña feliz.
Ella aún vive en mi.
Se asoma con sus ojos grandes a mirar lo que me pasa,
a ver que me depara la vida.

Se asombra de la maravilla que encierra una tela de araña,
de la belleza de una pequeña flor de la llamada mala hierba,
de la crueldad de algunos.

Aún teme a la oscuridad,
no a la de la noche
sino a la embarga el alma de la gente triste que sigue llorando
sin alzar la mirada al cielo.

Alinna se quedó conmigo
y juega a la comba mientras me duelen las rodillas
y canta mientras me atareo en las cuestiones cotidianas
y se ríe con esa risa franca que solo tienen los niños.

Cuando me miro al espejo
y veo las canas de plata que me regala el tiempo,
sonrío,
y en el espejo
la pequeña Alinna
me devuelve un guiño.

Alinna H.

lunes, 2 de octubre de 2017

COLMILLOS

A veces he cedido,
por evitar conflictos, por mantener la paz, por no entrar al trapo, por no caer en trampas.

Hoy me he cansado de insultos, de agravios, de ataques gratuitos.

Hoy me he plantado, he puesto límites.

No me siento mejor que cuando me he callado, ni mas fuerte, ni más digna.

Me siento igual de herida que cuando otras veces me he callado pero se que he hecho bien, que hay que decir basta cuando se tiene suficiente, cuando el otro pisotea sin piedad mi limite.

Cuando ello ocurre entonces se despierta la tigresa dormida que habita en mi y enseña sus colmillos defendiendo lo que es suyo, la parcela sagrada que solo a ella pertenece, y después de lanzar sus rugidos se tumba tranquila y majestuosa manteniendo firme su mirada amarilla.

No olvides, pequeño, que Alinna tiene colmillos.

Alinna-concolmillos Happy

viernes, 30 de junio de 2017

Alinna y las hadas


Cuando era pequeña me encantaban las Hadas,
los gnomos, los unicornios,
luego crecí y esos seres mágicos y maravillosos
pasaron a un segundo plano.

Ahora me he rencontrado con ellos.

Mi mundo coexiste con un mundo mágico
donde las salamandras me traen mensajes de supervivencia,
donde el espíritu de los arboles
que me cruzo cada mañana de camino al trabajo
me saluda,
donde las flores me regalan su aroma en respuesta a mis elogios a su belleza,
donde la magia me rodea,
donde el viento me susurra mensajes y las estrellas me guiñan un ojo.

No estoy loca, estoy en sintonía con las maravillas que me envuelven cada día y en las que la gente seria apenas se fija.

Me encanta saludar a la hierba y sentir el viento en mi pelo,
escudriñar los matorrales por si encuentro un hada distraída
y mirar las olas donde sé que cantan las sirenas.

Alinna Happy

martes, 20 de junio de 2017

CEREZAS


Me encantan las cerezas.

Fresquitas, con su bello color encendido,
tan bonitas,
tan ricas.

Con esa explosión de sabor en la boca
y ese toque ácido y tan dulce al final.

La naturaleza es sabia y las ha puesto en verano
para que refresquen y llenen de color
esos días largos y calurosos.

Cuando era pequeña mi padre me las ponía en las orejas como si fueran pendientes,
y jugábamos a ver quien sacaba más del cesto enganchadas de una sola vez.
Terminábamos riendo mientras sacábamos la lengua para ver quien la tenía más teñida.

Es imposible estar triste mientras se comen cerezas